El día verde

Hoy todo va de tono verde.

Tuve que ir a comprar para el trabajo un contenedor de barco (no se rían que es cierto).

Me llevaron en coche y por la camino veía bonitos paisajes verdes...y como desde que llegué no voy a ninguna parte -estoy de la casa donde vivo al trabajo- yo disfruté del paisaje.

Cuando llegué al sitio, me encontré con un descampado con 3.590 contenedores de todo tipo y yo buscaba uno grande, de 6 mts de ancho x 3 de alto...

Mi acompañante, dijo, mientras tú eliges...como si estuviera en las rebajas de El Corte Inglés (logo verde), yo duermo una siesta.

Me plantifiqué con mi gafas fashion:-) en una caseta de obra en medio de grúas, camiones, y por supuesto todos respetables señores camioneros.

Ahí conocí a Paco García...un señor al que le faltaba un diente de un lado y le sobresalía otro por el otro costado. Yo que soy muy echada para a`lante como dicen por aquí, allí me presenté y le conté mi vida al señor.

Entonces, y mientras mi compañero dormía en el coche...yo me interne por el mundo de los contenedores con Paco.

A la media hora de estar caminando entre los contenedores, encontré unos que estaban bien de precio y que no están demasiado rotos...y Paco me los abrió para yo entrara y los mirara como estaban en el interior.

Algo así como si uno se comprara un chalecito y el de la inmobiliaria le diría...aquí tenemos el salón!. Pues Paco me decía, el techo es firme, se pueden poner unas traviesas para colocar lo que usted quiere...

En ese momento y rodeada de contenedores y con la sola presencia de Paco pensé...y si ahora Paco cierra el contenedor e intenta cualquier cosa y me encierra (una vez realizada "cualquier cosa")y luego me abandona allí y alguien lo compra, y aparezco en Mozambique por ejemplo?.

Pero no era un pensamiento dramático...me causaba gracia porque era un marco incomparable.

Eramos Paco, los contenedores y yo, nadie más.

Pero sólo lo pensé durante un minuto porque si pasara algo nadie se enteraría, porque mi compañero dormía y aunque estuviera despierto...vete a encontrarme entre tanto cacharro. Pero no, mi Paco, era un encanto.

Me midió todo el contenedor (es que soy muy detallista), me enseñó como hacer fotos con mi móvil porque yo ni idea, me explicó como tenía que arreglarlo...un encanto.

A la hora de estar allí, ya había comprado mi contenedor por la friolera de 1.700€ y un trabajo menos que tengo que hacer.

Y el contenedor, era verde.

Al llegar a la oficina, me meto en el blog y me encuentro con dos amigas (las de pelos verdes) y dije que bonito color.

Y ahora, antes de empezar a escribir me doy cuenta que en puerta de mi despacho (que es un chalet donde hay rasgos evidentes que antes vivía una familia con niños) hay pintada una pera verde junto con una margarita rosa con amarillo.

Y mi día hoy, es verde...puede ser esperanza, verde planta, verde caramelo(tengo hasta caramelos de eucalipto), etc.

Buen día para mi porque al menos, puede tomar un poquito de aire...entre viaje y elección de mi verde contenedor.