Triciclo parlante

Hola soy el triciclo.

Mi querida Kiri está...como diría yo...estresada.

Si, ya sé ella ultimamente...vive estresada pero de pronto, se le han juntado 3 proyectos de trabajo uno detrás del otro y claro, ya no puede con su cuerpo.

Y pensar que estuvo un largo tiempo sin hacer nada y se quejaba porque quería trabajo...pues toma dos tazas!

Hoy la he visto tirada en el sofá, babeando y con una mantita encima, lugar donde cayó desplomada una vez que comió...una comida normal...a una hora normal.

Me dio una ternura verla...bueno lo de la baba no me dio ternura. Asco lo que se dice asco tampoco me dio porque yo la quiero mucho, pero dije...joer menudo panorama. Si hubiera podido le hubiera sacado una foto.

Como no tiene tiempo para hacer la compra y mucho menos para cocinar, desde hace varios días nos visita gente que le trae comida.

Un par de veces vi a un chino, otras a un chaval con una gorra roja...no sé....gente, que la ha alimentado.

Yo pasear puedo poco, no sólo por el tiempo que hace, que menudo asco de frío y lluvia que tenemos...sino porque ella realmente, no está como para pedalear mucho.

Y con lo que a ella le gusta dar vueltas por aquí y por allí. Que pena!

Pero estos días me he preocupado porque le he notado...cosas diferentes.

Su cabeza le ha quedado cuadrada, es igualita a su pantalla del ordenador.

También está un poco más ancha de caderas, vamos que el culo lo tiene con una forma extraña...para mi pero conocida...que será mmmmmmmmmm???? Ah...ya sé...la forma de la silla. Ya decía yo que me sonaba esa forma.

Lo que también es cierto, es que está como una sílfides claro, come...a veces...!

Y eso sí, dormir, lo que se dice dormir...tampoco lo llevaba bien, hasta hoy, que cayó rendida.

Dido me contó el otro día que la pobre está tan malita de la cabeza, con tantos pensamientos, proyectos, presupuestos, presentaciones y todo eso, que se bajó a tirar la basura. Y el...que la miraba por la terraza vio que, en lugar de dejar la basura en el cubo de la calle, ella siguió caminando hasta que cuando giró en la esquina el, ya no pudo verla.

Pero una gata vecina le contó que la vieron entrar a Caja Madrid con la bolsa de basura en la mano y claro, menos mal que antes de entrar se dio cuenta que llevaba algo que no era lógico...a esas horas y en ese lugar.

El pobre Dido un par de veces le ha tenido que maullar como si fuera sorda, porque se había olvidado de ponerle comida y claro...mi compi de piso es majo...y además ahora no mea por ahí pero comer, tiene que comer.

Eso es lo bueno de ser un triciclo, yo...no como. Bueno, me alimento de los paseos y visitas a los amigos de Kiri, pero ultimamente...como digo...la pobre no está para mucho más.

Hubo días que he tenido que, impulsado por Dido, empujarle la silla para que despierte, porque estaba con la cabeza encima del teclado, se había quedado dormida y ese cacharro así un ruido muy molesto...!.

Pero bueno, creo que hoy ya se ha relajado, tal vez en unos días vuelva a contar que estuvo en Portugal, que presentó 3 proyectos en 10 días, que tiene otro para la semana que viene. Vamos...sus cositas.

Yo les mando saludos a todos y espero que mi Kiri vuelva a pedalearme...realmente suena mal esta última palabra, pero bueno...ya me entendéis.