viernes, 27 de junio de 2008

Hay cosas más difíciles que envolver!


La vida tiene sus vueltas...pensaba yo mientras pedaleaba en mi triciclo en medio de un mar de tiburones, desesperados y celosos por mordisquearle las rueditas a mi amado vehículo.

Pero mi triciclo es más rápido que cualquier otro medio de transporte pero lo que es más importante...tiene sus sentimientos bien claros y puestos en su sitio...en el manubrio. Por eso, ya estamos en casa, antes de lo previsto pero todos...muy felices.

El triciclo se ha cansado de dar vueltas sin sentido. Se ha compadecido de mi porque también me ha visto muy agobiada, triste y deprimida, aguantando una situación que no era ni normal. Y el detonante fue...la separación de Dido (tuve que traerlo a casa antes de lo previsto).

Esto indicaba que...yo no duraría allí el tiempo pactado.

Por suerte, ya no vuelvo a la que todos llaman... la cutre Expo.

Mi paso por allí ha sido bastante pesado. La Expo es muy difícil para trabajar porque la organización deja mucho que desear.

Los voluntarios hacen su trabajo lo mejor que pueden, pero todo es caótico.

El centro de acreditaciones es lento, las obras continúan, hay goteras en los pabellones, entrar a trabajar era una locura ya que había en la entrada de trabajadores, sólo 5 tornos para pasar con 1 sólo escaner. Esto provocaba a las 9 de la mañana un caos surrealista porque los miles de trabajadores, perdíamos mucho tiempo para poder pasar a trabajar.

Pero además de las condiciones locales, la producción de mi pabellón era peor aún, si cabe.

Mis (por suerte) ex-compañeras eran como las hienas rebuscando entre la carroña, con las cualidades más retorcidas que puede tener un ser humano. Así que además de trabajar más de lo normal, el ambiente era...agobiante.

Así que ya no trabajo más en la Expo.

Tengo un pase permanente que me da la posibilidad de volver cuando quiera, pero por ahora, no quiero ni pensar en volver allí.

Como veráis, esto más que un problema ha sido una liberación. Vale que el trabajo que estaba previsto para 3 meses ha quedado en 1 pero eso ahora mismo, da igual.

He trabajo un mes de 30 días a un promedio de 14 horas diarias. Digamos que he trabajado 420 horas a disgusto, he bajado 4 kilos, me he gastado mucho dinero porque comer allí es carísimo y he decidido que el triciclo...regresara a Madrid.

Y aquí estoy, en casa, con mi Dido que está muy flaco porque no ha llevado bien el cambio y de regreso...me ha echado de menos cuando lo he tenido que dejar solo un par de semanas.

Pero ahora, los 3...estamos muy contentos de que todo haya terminado antes de tiempo.

Mi vida vuelve a ser normal.

Es verano, estoy en Madrid, disfrutaré de las fiestas de mi barrio, podré ir a la playa y si bien no tendré los ingresos previstos para este verano, estoy contenta.

Sobre lo bueno de la Expo, tengo que destacar algunos pabellones que he podido visitar en mis minutos libres dentro del recinto.

He visto el Pabellón de Aragón y está muy bien.

El de España, es interesante.

El de Bélgica es humilde pero no tiene mayor interés.

El de Uruguay es lo mejor, porque es un restaurante donde se come caro, pero riquísimo con carne traída desde el origen.

Los de Marruecos, Vietnam, Sudamérica, Africa son humildes pero a mi me han gustado.

Según recomendaciones generales, uno de los mejores es el de Japón pero no he podido verlo.

Y el de las Aguas extremas que lo mismo, no lo he visto.

Pero si se me pasa esta sensación de hartazgo, tal vez vuelva para poder terminar de visitar los pabellones que se suponen son interesantes.

Lo que también me he perdido han sido los conciertos. No he podido ver ninguno porque mi horario laboral era mortal y no salía antes de las 00.00 hs y a esa hora, sólo quería dormir y poco más. Así que no he podido disfrutar de Bob Dylan por ejemplo.

Pero bueno, no pasa nada, ya disfrutaré yo con mis amigos en este veranito madrileño.

Así que me pondré al día con vuestros blogs ahora que vuelvo a ser un ser humano con un tiempo libre normal.

Y como las cosas son por algo...yo rescato el aprendizaje de esta etapa.

He aprendido que además de ser difícil envolver un triciclo...siempre hay en la vida cosas mucho más difíciles. Un ejemplo, la mala gente, los malos compañeros, las malas energías...todo esto no sólo es difícil sino que mejor...ni envolverlo.

Que la mala onda se vaya de donde ha venido...

Pero nada es eterno, ni la felicidad ni la infelicidad.

Por eso...mi gran objetivo ahora es...disfrutar del veranito.

domingo, 8 de junio de 2008

Fluvi en triciclo


Hola a todos desde Mañicolandia...me ha encantado esa palabra que dejaron en los comentarios!!!!

Por fin encuentro un locutorio en esta bendita ciudad y por fin tengo un día libre... HOY. Y lo he aprovechado para darme una vuelteciCA (como dicen por aquí) por la ciudad.

Tengo poco tiempo porque vivo lejos de la ciudad...de la Expo...y de la mar en coche y utilizo los autobuses lanzaderas de la Expo, que sólo son para trabajadores de ella...y es gratis.

Y estas lanzaderas -el nombre suena a torpedos de alguna guerra lejana-...tienen horarios (?) y si los pierdo...me quedo en la otra punta de la ciudad.

Me hubiera gustado escribir antes, leeros, o contestaros a cada uno vuestros comentarios pero tengo poco tiempo.

Además, donde vivo es imposible y en el trabajo, no tengo aún las condiciones para poder hacerlo porque en nuestro pabellón no hay todavía teléfono ni Internet y estamos a una semana de inaugurar. He intentado comprarme un modem de Vodafone y lo tengo pedido desde el lunes pasado pero me han dicho que hay"lista de espera"...yo alucino!.

El triciclo está estresado de tanto andar por las obras y desea fervientemente que esto...se termine. O que empiece, pero básicamente...que terminen las obras.

Hay un carril bici que el usa a sus anchas, pero cuando tiene que cruzar las piedras le fastidian y el pobre lo pasa fatal.

Dido está bien...aunque tengo que hacerlo callar cuando por las noches y a la luz de la luna...maulla, porque en la Villa Expo donde vivo no se pueden tener animales así que el pobre...está escondido. Aunque el cotillea por la ventana un poquito, pero no demasiado para que no nos echen a los 3 del edificio.

El trabajo es agotador, son muchas horas, muchos días y mucho de todo pero todavía como digo...esto no está terminado.

Hay un poco de desorganización en cuanto a las viviendas...han creado en lugar de una Villa Expo, varias zonas de residencia.

Y yo estoy en la más lejana. Es un barrio fantasma donde hay bloques de edificios en construcción y otros construidos y habitables, de hecho...yo vivo en uno de ellos, pero allí es tierra de nadie.

No hay comercios, ni bares, ni autobuses. Vamos que por no haber, no hay nada sólo nos acerca y nos saca de allí la famosa lanzadera.

Esta...se supone que sale cada media hora en la franja horaria de 08.30 hasta las 03.00 hs., pero vienen y van cuando les da la gana.

A veces se saltan un horario y tú te quedas sin posibilidad de solucionarlo y llegando tarde al trabajo. O lo que es peor, llegando tarde a casa después de un día de trabajo de 12 horas.

La mayoría de las veces, tienen de excusa las obras...porque toda la zona sigue en obras y pareciera que la Expo abrirá sus puertas en un par de meses y no es así, en una semana...se abre al público.

La gente que queja mucho porque esto no está organizado de una manera lógica y todos estamos sufriendo...la puesta a punto de este embolado.

Ojalá cuando esto comience las cosas vayan mejorando, pero por ahora, sigue siendo un poco desastre.

Lo más destacable...después de una semana viviendo en tierra maña, es que la gente es muy amable. Y yo que hablo hasta debajo del agua...he charlado ya con media Zaragoza...será de aburrimiento porque en casa no tengo ni tele, ni radio, ni Internet y si hay una guerra atómica...yo no me enteraría. Pero como digo, la gente de aquí es muy agradable y siempre nos ayudan en todo lo que pueden.

Bueno, esto es todo por ahora, desde Zaragoza.

Un beso para todos y gracias por vuestros comentarios. En cuanto pueda os leeré, escribiré, y os seguiré contando las pericias de un triciclo en una zona de obras.

Fluvi es la mascota de la Expo y como se ve en la imagen...se ha hecho muy amig@ del triciclo...pese a que es...una gota de agua. Es que mi triciclo es mucho triciclo!!!