
Bueno...que abandonadito tenía yo a mi querido triciclo!.
Pero ya pasó lo peor, el stress ha mermado y ahora sólo es cuestión de esperar pero puedo decir por ahora, prueba superada.
Mis últimas semanas se pueden resumir así:
Proyecto A:
Me vino de sorpresa, yo estaba inmersa en mi proyecto B. Pero bueno, a dos manos y dos piernas pero con la pena de sólo un cerebro...me puse a ello.
En 2 días lo tenía listo...una que es un máquina de "desarrollar proyectos"!.
Al tercer día no...no resucitó entre los muertos como dice la religión, sino que me confirma el cliente que NO se hace. Que decidieron otra cosa y que...para la próxima.
Realmente no me importó mucho esto, claro hubiera sido la HOSTIA, pero mi gran objetivo era y es, mi proyecto B. Digamos que me lo tomé...con calma.
Proyecto B:
Este es EL PROYECTO. Me llevó varias semanas ya que es un evento en Portugal y claro yo hablo portugués lo mismo que mandarín pero logré entenderme.
No es que sea difícil...todos sabemos algunas que otras palabritas pero claro, a nivel técnico era más complicado porque una cosa es decir BUEN DÍA en portugués y otra saber como cuyons se dice por ejemplo AZAFATA.
Pero esa incertidumbre la tuve sólo al principio, porque luego encontré una web que traduce y me la apropié. Y ahí descubrí que si yo no encontraba agencias de azafatas en Portugal era porque las muchachas se llaman HOSPEDEIRAS.
Y así lentamente fui armando mi proyecto.
Además ya sabemos que los españoles, hablamos español...vayamos a donde vayamos. Y si no nos entienden, en todo caso lo decimos más alto...como si el otro fuera sordo. Y no, sólo hablan otro idioma.
Pero con la gracia natural que me caracteriza, cuando llamaba a Portugal yo decía:
Yo: Bon día (que si no era así sería parecido)...hablas español?
El portugués de turno: Si...un poquitiño.
Y claro, las charlas iban bien hasta que ellos cogían carrerilla y yo...muda decía en mi perfecto español...oye que no te entiendo!.
Pero entre mails, teléfonos, traducciones, lo he conseguido.
He terminado mi proyecto, he hecho una presentación en power point monísima y el jueves, se la presenté al cliente.
Antes de la presentación yo estaba histérica y no por inseguridad, sino porque soy muy exigente y siempre encontraba algún error o cosa para mejorar.
En esos días, comí poco, porque no paraba ni para eso, dormí mal porque soñaba con alguna cosa de mi ppt y abría los ojos y me enganchaba al ordenador.
Pasé días desde las 9 hasta las 3 de la mañana trabajando.
Alguna que otra vez salí a la calle a comprar o a tomar un poco de aire, pero mientras iba caminando iba repasando la presentación mentalmente, buscaba alternativas para contarla, para describirla...vamos que la cabeza no paraba ni cuando estaba comprando pescado.
Tan despistada estaba que un día salí a la calle en chanclas y la gente iba con abrigo y botas y yo me dije...que frío no? Pues claro, si estamos en otoño me dije!.
Otro día y ya sabiendo que habíamos cambiado de estación y que ya debía sacar la ropa de abrigo, conseguí rescatar algo. No tenía tiempo para buscar todo lo necesario para la época así que rápidamente busqué lo más urgente: calzado.
Ya sabemos que, cambiar el armario con la ropa que hay que ponerse ahora no se hace en 5 minutos y yo, no tenía tiempo que perder.
Así que salí con unos zapatos cerrados...mis primeros de este año.

Claro, a las 2 horas de estar haciendo gestiones me empezaron a dolor los pies de una manera antinatural. Y entonces me di cuenta que no llevaba medias ni pantys ni calcetines ni nada de nada y pasar de las chanclas a zapato cerrado sin medias sin previo aviso...es doloroso.
Llegué a mi casa y me miré los pies y eran para una foto. No sólo estaban negros (se ve que los zapatitos en cuestión eran malos de escándalo) sino que parecía que tenía 14 dedos.
Mis pobres deditos de los pies tenían unas
ampollas rarísimas. No es muy difícil saber que las ampollas son sólo eso...ampollas pero las mías estaban infladas y cambiaban de volumen.
Las muy hijas de satanás estaban en sitios estratégicos...en los dedos meñiques (1 en cada dedo) y 2 detrás de los mismos dedos. Me quedé un rato observándolas y dije...que infladas están?. Dije y ahora que hago? Pues nada.
Me duché y dije..otro día les hago caso a estas
ampollas.
Pero al día siguiente, tenía la presentación en oficinas del cliente.
Y eso, ya sabemos que en mi caso implica, falda, chaqueta y camisa, vamos un traje y que tenía que ponerme en los pies? Pues si...tacones.

La noche anterior a la presentación recuperé los tacones del año pasado, me busqué mi falda tubo (porque me queda estupenda), una elegante camisa blanca, el bolso a juego, fui a la peluquería, me hice la manicura francesa, me compré pantys...vamos...chapa y pintura para la presentación.
Me daba rabia pensar que la imagen, en ciertas empresas es fundamental. No vale con que lleves una presentación buena y que te haya costado sangre, sudor y lágrimas... sino que además, tengo que ir como un pincel. Pero como esas son las reglas del juego, yo las tengo que jugar.
Así que con mis ampollas a cuesta, llegué a oficinas del cliente.
El dolor que tenía de pies era para desmayarme pero los nervios del momento de sentarme delante de no sé cuanta gente...me hizo olvidarme de ellos, aunque supuse que no aguantarían mucho los pobres.
Y allí llegué. Me recibieron 4 personas, 3 mujeres del depto. de compras y 1 hombre, el jefe de marketing.
Los de compras siempre son "los malos" porque si bien se interesan por el proyecto en general...ellos van al dinero.
Sentada presentando...ya no recordé a mis pies y sus ampollas.
Terminó la reunión, me felicitaron y me fui. La felicitación es importante, porque lo hecho estaba correcto. Ahora sólo falta saber si he ganado el concurso o no, porque somos 3 empresas las que competimos para ganar un mismo proyecto.
Así que la próxima semana, me confirman el resultado. Los de compras están analizando los 3 proyectos, los 3 presupuestos y las 3 propuestas. La mejor ganará.
Pero yo, ya estoy tranquila. Ya me he relajado, ya he dormido y he comido como una persona normal y he vuelto a bailar delante del espejo con la radio puesta y Supertramp sonando. Esto en mi, significa que ya pasó lo peor.
Mi trabajo está hecho. Y lo que es más gracioso, mis
ampollas han desaparecido no sé como ni cuando, pero ya no están.
Así que ahora, si bien tengo que esperar la respuesta, estoy tranquila. Mi gran duda es... donde habrán ido mis
ampollas? Se habrán reabsorbido en mis pies? Las habrán reventados los taconazos?
Habrán decidido abandonarme en busca de mejores pies donde inflarse? Vaya uno a saber...