
Como comprenderán, el tono de esta carta es diferente a como escribiría un niño, pero es que no lo soy.
Vale que tengo ráfagas de estupidez y según la intensidad, hasta podría ser graciosa.
Por eso, podría ser un niñ@ porque los niños dicen cosas divertidas.
Pero como les digo, no lo soy. No sé en que momento perdí la ilusión y la ingenuidad, tal vez será cuando alguna mala lengua me dijo que no sé que sobre los padres....
Si no fue en ese momento fue el día que conseguí mi primer trabajo....y como nunca más dejé de trabajar ahí se me fastidió el tema.
Yo creo que este sí es suficiente motivo para perder la ingenuidad.
Haber perdido la ingenuidad no me gusta, pero mucho menos perder la ilusión.
Ahora la tengo (la ilusión) pero cuando la proyecto en alguien, quiero decir cuando creo que alguien no me defraudará...ahí se lía la cosa.
Porque me defraudan y entonces mis sentimientos más que ser de un niño son de una pantera, a punto de saltarle a la yugular del ser en cuestión.
Pero si la ilusión me la guardo para mi y no para o por otros, la cosa cambia. Diría que hasta mejora.
Pero hace un tiempo que se me escapa por alguna fuga que debe haber en mi espacio vital.
Bueno, me estoy despistando del objetivo de esta carta.
Yo quiero pedir que esta noche, cuando me vaya a la cama, el ibuprofeno de 600 mg que me estoy tomando cada 8 horas, junto con el miolastán obren los mágicos milagros de quitarme esta lumbalgia que me ha tenido todo el día en la cama.

Esta mañana he tenido que bajar cogiéndome de la barandilla de la escalera de mi casa para comprarme las medicinas.
Bajando por ella parecía la Batichica o sea la novia de Batman deslizándose cual gacela. Sólo me faltaba la capa porque gorro, llevaba.
A partir de salir he intentar subir la cuesta de mi calle, me transformé más en Spiderman pero sin telaraña ya que daba pasos lentos .
Y no pasos normales, esos que se hacen uno detrás del otro. Si no que daba paso y medio y un instante despúes el medio restante. Pero hice la compra y volví.
Por el camino me encontré con mi vecina que me preguntó que, que me pasaba porque tenía mala cara. Le contesté que esta mañana para levantarme de la cama, tuve que arrastrarme cual lagartija para poder calzarme y luego para poder vestirme. O al revés.
Ahora mismo me he podido sentar para escribirles esta carta, pero les adelanto que no puedo poner los zapatos fuera primero porque me quedé sin lustra-zapatos por lo cual están hechos polvo.
Segundo porque está lloviendo y claro, empeorarán si los dejo en la terraza.
Tampoco creo (porque perdí la ingenuidad) que los camellos puedan subir, la casa está en obras y o bien se quedarán electrocutados por el camino con los cables colgando que hay o se ensuciarán con el cemento esparcido por los pasillos.
Así que, no se preocupen, no suban...es más, ni lo intenten porque tengo muy mal dormir y peor despertar si me sobrasalto. Y por mucho empastillamiento que tenga hoy si me sobresalto por la noche, soy capaz de tirarles con algo por la cabeza, pensando que son unos ladrones.
Por lo tanto les ahorro el acercamiento, pero sigue en pie mi pedido mágico.
Necesito salud para seguir trabajando. Que esta columna mia vuelva a su estado natural y me deje de dar problemas. Trabajo. Y sobre el amor, que puedo decirles yo, que ya no sepan.
Solamente quiero que quien se aproxime, conocido o no, no me toque las narices. Si viene para quedarse, que venga y sino...que no venga. Digamos que no tengo ya mucha paciencia, bueno, realmente nunca he tenido mucho de eso.
Creo que no pido mucho, así que por favor, si me cumplen este deseo les prometo que el año que viene, recuperaré un poco de ilusión y les pondré una copita de ron para que como mínimo...se vayan calentitos para Oriente.
Eso sí...no sé de que parte de Oriente vienen, pero por allí la cosa está jodida así que yo que vosotros, voy pensando en cambiar de lugar de residencia.
Prueben a ver por Andorra que al parecer por allí no hay impuestos y el tabaco y el queso son muy baratos.
Bueno, ya hice mi esfuerzo del día. Ahora vuelvo a la cama. Buen viaje de vuelta. Gracias.