Más allá de Rangún...

Breves líneas para una situación que como poco... da ganas de decir "chapeau" o mejor quedará una expresión más española...ole, ole y ole.
Ole...a una mujer en especial y a un religión en particular.
La situación actual de Birmania ya no es sólo de película. Los que hemos leído el libro o visto la peli hace años, ya se nos encogío el alma viendo los ovarios bien puestos de esta señora, premio nobel de la paz: Suu Kyi.
Esta señora, ganó las elecciones de su país pero los militares, no estuvieron de acuerdo con esto, por lo que sufre arresto domiciliario crónico desde entonces.
Y ole...a los monjes budistas porque esta semana comenzaron una manifestación contra la dictadura.
Hacía diez años que el país no presenciaba una protesta como la actual, y el 80% del país es budista.
Ante esta noticia siento que si pudiera elegir una religión buscaría una que sea cercana y que sus representantes sean consecuentes con lo que profesan.
La religión - cualquiera que sea- tiene que hacerse en la calle, con la gente, donde se necesite. Deben salir de sus pagodas, iglesias, cinagogas o mezquitas y ayudar, guiar espiritualmente, defender...entre otras cosas.
Dentro de sus burbujas no solucionan nada, el problema está afuera.
Un religioso ajeno a las injusticias no me sirve, al menos a mi, no me sirve.
Los monjes han salido por las calles de Rangún y están muriendo por hacer su trabajo... y eso me parece digno de respeto.
Mi admiración y respeto para la señora Suu Kyi y para los monjes budistas. Ojalá consigan algo, aunque para mi, ya lo han conseguido.