Historia de un bicho

Estaba yo disfrutando de mi siesta cuando de pronto, algo en la terraza llamó mi atención.

Pese a que estaba dormido...mi instinto me hizo parar mis orejas y acto seguido, agudizar mi vista.

Allí estaba eso. Era algo gracioso, que se movía...y yo que no puedo controlarme, salté bostezando hacia la terraza.

Lo que llamaba mi atención era algo pequeño, huidizo, y al verme se escondió detrás de una maceta. Eso provocó como es lógico aún más mi interés.

Yo soy un ser joven, impetuoso, atractivo pero si algo destaco de mi carácter es que soy muy curioso. Dicen que es producto de mi edad, pero así soy.

Me acercé aún más a lo que se movía y descubrí que era un bicho... como yo. Pero mucho más pequeño. Sus movimientos eran graciosos, no caminaba, no volaba, sólo daba saltitos.

Luego descubrí que eso era un insecto himenóptero, más comúnmente llamado avispa o abeja.

Vamos para mi...un bicho porque no hemos descubierto todavía que era realmente pero para el caso...a mi a esas alturas, me daba igual.

Mientras yo estaba jugando, Kiri estaba como siempre, chateando con una amiga...o eso dice ella.

Yo creo que busca pareja con las nuevas tecnologías y el triciclo estaba durmiendo, y a ese...no lo despiertan ni las locomotoras.

Así que yo a lo mio...a jugar. Cuando intenté hacerme amigo del bicho el/la la muy hija de satanás me picó, o me mordió vamos...que me atacó...

Yo acojonado, entré corriendo a casa con el corazón latiendo a mil por hora.

Que dolor más grande tenía! Estaba desorientado no sabía que me había pasado pero ese bicho de mierda me fastidió mi inocente juego.

Comencé a llorar. Me sentí como si estuviera en el infierno, lo veía todo rojo porque dicen que no vemos en colores...y un cuerno...yo lo vi todo rojo fuego. Es más, sentía como si me desdoblara y no fuera un gato...sino 3 en 1.

Kiri salió cual poseída hacia mi. Intentó cogerme pero yo en esos momentos no entendía de afectos, de protocolos de autoridad ni de la biblia en verso.

Estaba asustado, histérico, dolorido y la muy graciosa de mi madre humana, no tuvo mejor idea que correrme por el pasillo para abrazarme. Ella es cariñosa pero yo no estaba para mucho rollo.

Lo peor fue que vino con una toalla mojada y me cogió la pata que me dolía muchísimo y me apretó donde me dolía.

Por poco me la meriendo...porque insisto...la adoro pero no tuvo mejor solución que esa?.


Pese a eso, sé que sus intenciones era aliviarme, sin saber como. Yo creo que el haber visto tanta veces el Paciente Inglés la ha confundido y ella cree que con vendas o trapos mojados...arregla todo...la pobre!.

Como eso no le dio resultado me volvió a coger en brazos y me puso algo muy frío en la pata y claro, me enganché a ella como si fuera una lapa...era hielo pero a mi sonó a tortura oriental.

Luego me confesó que ella había visto a ese bicho medio moribundo en la terraza pero como ella es tan así y no quiere matar animales lo dejó que se fuera, volara o se muriera pero no recordó en ese instante que yo, soy muy fácil de atraer.

Entonces y como estaba contando... me apretó la pata la bufé y la arañé.

Yo no quería, pero así me salió...pero vamos...podría haber pensado otra forma de aliviarme?

Menos mal que la pobre no tuvo hijos porque si a un pequeño humano suyo, le hubiera pasado eso, la pobre se desmaya.

A todo esto y como el triciclo es tan majo...del susto de ver la situación se encerró en el dormitorio. Será cobarde!.

Kiri con la ayuda de su amiga del chat intentó sacarme lo que se suponía que yo tenía clavado, el aguijón de el/la muy.....

Pero la pobre ve lo justo e intentó cogerme para sacarmelo...esto...en el caso que lo tuviera clavado.

Pero yo, la atacaba...no mucho, pero vamos que yo no quería fiestas de ningún tipo. Sólo quería que alguien me dijera, que me había pasado.

La pobre Kiri se puso histérica y es porque ella es muy sensible al sufrimiento de los indefensos, peques humanos o peques animales y no sabía que hacer.

Pero como sabía que algo tenía que hacer tuvo una idea a priori terrible, pero me sirvío.



Me puso en la cabeza una cosa que odio y que está en casa después de una visita a mi torturador particular alias el veterinario, y comenzó a revisarme la pata. Yo sólo podía llorar, y negarme, pero ella hizo no sé que.

Creo que intentaba sacarme el aguijón pero como no lo veía, me arrancó un pelo y yo, salté y salí corriendo, con campana en la cabeza incluida.

Casi me mato al saltar de la mesa porque con esa campana no coordino, pero me dio igual, reboté y salí corriendo llevándome por delante al triciclo que había asomado una rueda para ver el estado de la situación, la mesa y lo que me encontré.

Demás está decir que el triciclo, salió corriendo hacia el lado contrario donde estaba yo, y se volvío a encerrar en el dormitorio...tener amigos para esto!.

Kiri erre que erre, me abrazó y comenzó a tranquilizarme...y lo consiguió. Por suerte, me quitó esa cosa de la cabeza y yo recuperé mi movilidad corporal y coordinación natural.

Me relajé y comencé a caminar sin apoyar mi pata delantera. Pata que ha quedó herida gracias a esa hija...de la naturaleza.

Media hora después, me entró hambre y sed y Kiri no dejaba de cogerme y abrazarme, la pobre ya se había tranquilizado.

Casi dos horas después, ya no cogeaba.

Y dos horas y media después, salí a la terraza con ganas de marcha. Pensé esto que me ha pasado es nuevo, pero ya te conozco bicho asqueroso!. Y sé que si lo encuentro, lo atacaré...o eso creo, siempre y cuando no me distraiga como es habitual y quiera jugar.

Pero el bicho ya no estaba, al menos entero. Kiri le dio un pisotón de castigo olvidándose de su filosofía de no matar animales...se la cargó como si fuera un bailaor flamenco y se quedó tan ancha. Creo que castigó a mi atacante. Es más maja.

Así que luego, se me pasó todo. Hoy amanecí bien pero claro, ahora la estoy cuidando a la pobre Kiri.

Ella con los nervios encima, y como era tarde, se fue a dormir.

Y como yo de madrugada suelo llorar un poquito por eso de que estoy en mi fase de macho reproductor, la pobre pensó que me pasaba algo...saltó de la cama y se cayó de cabeza pero puso la mano...se ve que tenía reflejos y sólo se fastidió el dedo y se rompió una uña casi desde la raíz.


Me hizo gracia verla en el suelo y claro, no se lo dije. Pero a gatas...y nunca mejor dicho vino, hasta mi.

Me abrazó pero a mi no me pasaba nada, sólo iba a lo mío...vamos con ganas de pillar una buena gata. Aunque me han dicho que lo que tuve fue...un sueño erótico o algo así.

Pero ella, con el dedo doblado, me dio un beso y se volvió a la cama.

Y eso es todo. Ya han pasado más de 24 horas de mi ataque y no me acuerdo de nada físicamente hablando, pero hace un momento, vi volar a un bicho en la terraza mientras yo estaba acostado en el sofá.

Mi instinto me hizo ponerme en pie pero mi recuerdo del furibundo ataque...me hizo relajarme y volver a acostarme.

No estoy yo para mucho juego con bichos extraños...aunque conociéndome...se que volveré a caer bajo la tentación de cualquier cosa que me llame la atención. Se aceptan gatas en celo...

Firmado: DIDO