Sábado de panqueques

Después de meses de comer verduras, pollo a la plancha, pescado...también a la plancha, pasta con verduras y cosas de lo más sanas hoy, el cuerpo me pidió marcha.

Tenía necesidad de algo dulce. Me comí una pera.

Seguía con ganas de comer algo diferente. Me comí un kiwi.

Necesitaba algo nuevo en mi organismo. Me comí un yogur con muesli.

Cuando ya no podía más de ir y venir a la cocina abrí la nevera y cogí un huevo.

Busqué harina, y oh! sorpresa...de la visita de mi sobrino a Madrid...quedaba un frasco con dulce de leche.

Mi niño se volvío a la patria en julio del año pasado por lo que ese frasco provocador estaba allí y yo, no lo había tenido en cuenta.

Reconozco que ya no me gusta mucho el dulce de leche, ahora me empalaga. Pero cuando era pequeña mi desayuno preferido era leche con Nesquik y pan con manteca y dulce de leche. Pero hoy ha sido un día especial.

Entonces en mi cocina madrileña me dije...tengo ganas de comer panqueques con dulce de leche.

Con el huevo y la harina en la mano comencé a hacer la mezcla. Y como hace décadas que no hago panqueques...miré la mezcla y dije...algo falta!!!!.

Bajé a casa de mi vecina y amiga y le dije "..hola M...estoy intentando hacer panqueques...que me falta?" Y me dijo...leche! Y digo..no tengo!. Toma...y subí con la leche a casa. M es argentina.

Mi mezcla con leche quedó hermosa. Entonces puse un poco de mantequilla en la sartén y puse dos cucharadas del preparado.

El primer panqueque me salió raro, y lo probé con un poco de dulce de leche y dije...en la siguiente tengo que poner más mezcla. Me lo comí.

El siguiente, me quedó un poquito quemado, le puse dulce de leche y dije...mmmmmm está bueno. Me comí dos.

El que vino después me quedó hermoso, le puse dulce de leche y me lo comí.

Y cuando reparé que me había zampado 3 panqueques de pie, y con la idea de seguir haciendo me dije "..ABANDONA ESTE CUERPO".

Hice dos más y no me los comí, se los dejo para mi vecina.

Salí de la cocina con la culpa, porque se supone que no es época para engordar sino para hacer dieta, pero como me vengo cuidando hace meses, hoy dije...de perdidos al río. Conste que no hago dieta para adelgazar sino, que me gusta comer sano.

Recordé que había quedado para salir, así que me arreglé, me puse mi precioso vestido rojo con flores con la espalda al aire y mi sombrero preferido con su pluma correspondiente.

Antes de salir, recordé que necesitaba llevarme un libro de la estantería. Entonces y como no tenía escalera a mano, cogí a Dido y le dije que me ayudara.

Dido que es muy buen compañero, se subió al triciclo e intentó ayudarme.

Pero de pronto miré hacia abajo y lo vi a punto de explotar.

El pobre me dijo...oye no estás un poquito gorda?

Y yo toda digna le dije...shhhhhhhh calla que ahí llega la vecina L, la equilibrista. Esa es una colgada...

Ilustración Patricia López Latour