De música y lluvia

Ilustración Nick Henderson

Radio blog, sus pares y yo estamos enfadados.

Hace días que no hay manera humana que pueda poner música en mi blog y a veces...tengo ganas de escribir algo que vaya acompañadito de música.

Por eso, últimamente, no tengo ganas de escribir.

Aunque tal vez esa sea una estupenda excusa. Aunque también puede ser que estoy como el día madrileño...gris y aburrido.

De estos días lo que más me molesta es que está "por llover" pero no llueve.

Me gustaría que llueva en condiciones. No que caiga esto que no sirve para nada...bueno sí, para deprimir pero para poco más. Una lluvia buena es lo que necesita la ciudad y el país en general.

La lluvia es como el llanto. Cuando uno tiene ganas de llorar y no lo hace...las reacciones físicas son variadas, al menos en mi caso.

Uno parece que está de mal humor, irritable, enfadada, histérica, o deprimida. Pero realmente ninguno de esos estados concuerda con la realidad. Tal vez uno sólo tenga ganas de llorar.

Como diría Carmen Maura en Mujeres al borde un ataque de nervios "...que bien sienta una llorera en condiciones". O algo así!

El sábado lloré como una condenada. En la tele dieron la Casa de los Espíritus y claro...lloré mucho.

No sólo por la historia en sí, sino porque fue ambientada en la epoca del golpe militar de Pinochet. Y esa historia, terrible y lejana para algunos,a mi me llega a lo más hondo de mis entrañas.

No se si será por esa película, por esos recuerdos que asocié con la dictadura militar argentina, por los días grises, porque no tengo actividad laboral, porque estoy hasta los mismos, pero no tengo ganas de hacer muchas cosas.

Y en esa lista de muchas cosas está, salir, escribir, leer, relacionarme, charlar...vamos lo que hace uno en su vida normal.

Hoy solo salí al banco y por suerte, me trataron bien porque como estoy así de rara...si me hubieran hablado mal hubiera explotado. Y hubiera pagado las consecuencias de mi mala hostia...la directora del banco.

Quien sí ha pagado mi ira contenida ha sido el vecino de al lado.

Ayer al mediodía y durante una hora aproximadamente, una gata lloraba.

Me asomé por la terraza para ver si era una gata abandonada y mi portal parecía un rodaje de cine.

Había como 10 personas cada una en su actividad de dominguero, con las bolsas de la compra, con el períodico en la mano, con alguna plantita que habrían comprado en el rastro...todas mirando para arriba...solidarizándose con la pobre gata que no paraba de llorar.

Escondí la cabeza...me peiné un poco y volví a asomarla. Ya eran 12 personas. Todo el mundo indignado porque la pobre gata lloraba desconsoladamente. Y era cierto...lloraba como si la estuvieran matando.

Así que, con medio cuerpo afuera, les pregunté a los paseantes....en que piso estaba la gata y un simpático chico, barra de pan en mano me dice que en el 2º y no era en mi edificio, sino en el de al lado.

Pensé que tal vez alguna de las gatas de L, mi vecina del 2º y responsable del calentón de mi gato (porque tiene a sus dos gatas en celo)...se había escapado y estaría en el balcón del edificio contiguo.

Bajé al 2º, toqué el timbre y L no estaba. Fui entonces al 3º a casa de mi amiga M. Desde allí las dos asomadas a su balcón, por fin vimos a la gata...la pobre quería entrar a su casa.

Llamamos a L al móvil para que nos confirmara que tenía a las dos gatas en casa, y así era.

El comando "salvar a la gata de al lado" se puso en marcha. Mi vecina y yo llamamos a los móviles que teníamos de otros vecinos para saber de quien era esa gata.

Por fin Conchi...la viuda malagueña que controla a todo el barrio me confirmó que era la gata de un hombre, extranjero según ella que, tenía muy malas maneras y que a veces dejaba a la gata en el balcón porque le molestaba su llanto.

Conchi me contó vida y obra del vecino malo, que no saludaba, que no agradecía, que era un maleducado...que etc.etc. y tuve que cortarle diciendo...Conchi la dejo...se me quema la comida. Si no hubiera hecho esto...todavía ahora seguiría escuchando la historia del mal vecino.

Entonces y una vez que teníamos localizado al responsable...sólo quedaba bajar y tocarle el telefonillo al hombre en cuestión y claro, mi vecina M me dijo...ve tú!.

Y allí que me fuí. Al parecer algunos sabían de las malas maneras del hombre porque todos me indicaron...es en el segundo izquierda!!!....como con un poco de miedo.

Le toqué el telefonillo con decisión. Vamos que era consciente que pagaría con el toda mi mala uva.

Los vecinos se reían y sentí como que, si no fuera porque le tenían miedo al señor...ellos hubieran hecho lo que yo estaba haciendo.

Pero yo al parecer imponía...pero no sería por mi vestimenta...o sí? Sería por mis chanclas a cuadros, unos leotardos negros y un jersey rojo? Cuando me miré dije dios...estoy en la calle y con estas pintas!

Pero ya era tarde....así estaba yo con esa vestimenta y esos pelos peinados cual señora mayor de 70 años...esas que se pintan los dientes de rojo (del labio se les pasa la pintura a los dientes) y se ponen una pinza en el pelo que realmente...no le sujetan nada. Pues igual pero sin lápiz de labios.

Una pena...yo era una pena...pero a mi...me llevaba la mala hostia.

Toqué el segundo izquierda. Un señor con voz de dormido dice:

Señor: siiiiiiiiii
Yo: Oiga...tiene usted un gata en el balcón.
Señor: que...no...yo no tengo...
Yo: Mire...hace una hora que la gata está llorando y quiere entrar a su casa. Si no le abre la ventana, en 2 minutos llamo a los bomberos y acto seguido a la policía así que usted verá.
Señor: No entiendo.
Yo: Pues ya se lo dije clarito, o entra a la gata o llamo a la policía.

En ese momento una vecina peruana que estaba en la puerta me dice en voz baja...ya está..acabo de verlo, le ha abierto la ventana a la gata.

Prueba superada.

Subí a casa, charlé con M la del 3º y convinimos en que...que jodida es la gente que no cuida a sus animales. Si la gata llora porque esta en celo te jodes, o la operas, o le consigues un novio, pero dejarla en el balcón, sin comida ni agua y con el frío que hacía ayer...no es normal.

Así que por el bien del vecindario espero que radio.blog o cualquiera me deje poner música en el blog porque sino...me voy a cabrear más de lo que estoy. Eso, por un lado.

Y por el otro...que llueva...que llueva...que la vieja está en la cueva (nunca mejor dicho...).