Marcando territorio

Mi gato está decidido
a dejarme la casa hecha un asco.

Ultimamente llora menos,
sólo lo hace de madrugada lo
que provoca que me despierte
y me cueste volver a dormirme.

Además sigue rascando
lo que encuentra
pero la novedad...
es que marca territorio...
vamos que mea
por donde se le ocurre
o por donde se obsesiona.

A mi gato le gustan cosas raras como por ejemplo, un espejo.

Esto significa que, o bien es un narcisista de cuidado
o le gustan los cristales.

He pensado darle un paño y un Cristasol para que aproveche y lo deje implecable. Pero todavía eso, no lo hemos conseguido.

Tuve que quitar ese espejo antes de que se lo cargara y cuando lo bajé y lo guardé...fue y lo meó.

Sigue nervioso...corre por todos lados y está en plena fase de felino en la selva porque le ha dado el gusto por las alturas. Y hasta llegar a ellas, me tira al suelo todo lo que encuentra en su camino.

Hoy, sentada en el ordenador leyendo los blogs, saqué mi portátil para cargarlo porque tengo una presentación de trabajo mañana y dejé la maleta en el suelo.

Dido encontró en la maleta al parecer, una estupenda y cómoda cama y se acostó a dormir dentro de ella.

Viendo su extraña actitud, bajé una de esas camitas para gatos que tengo de mi Kiri que estaba guardada en el trastero. Imaginé que, si le gustaba la maleta de mi portátil le gustaría la camita como a todo buen gato.

Se la bajé, y la puse donde estaba la maleta y el gato se metío en ella y lejos de acostarse a dormir, lo que hizo fué...mearla con brío.

Me acordé de toda la familia de los felinos de todas partes del mundo y tuve que limpiarla y guardarla. Al gato, le gustaba más la maleta del portátil.

Ahora le ha dado por la foto de mi sobrina. Se sube...y rasca la foto y claro...lo tengo que correr por toda la casa para enseñarle diciéndole: NOOOOOOOOOOO.

Al NO le hace caso pero sólo por unos instantes.

También le gustan mis bufandas, pañuelos o todo lo que sea de colores, se sube, los coge de donde los encuentre y los arrastra por toda la casa.

Como si fuera poco...y esto no creo que tenga que ver con su estado de excitación...mi gato tiene alma de portera.

Cuando suena el teléfono, viene corriendo desde donde esté y se sienta al lado del teléfono y lo mira. Estará esperando que lo llame alguna felina?

Y si suena el timbre de mi casa...y cual felino anfitrión...corre hacia la puerta dando la bienvenida al visitante.

Yo me pregunto....no tendré que llevarlo a un circo?

A lo mejor me forro y ese dinero puedo invertirlo en conseguirle muchas novias y tener muchos más gatitos en ese pedazo de chalet que me compraría...si su trabajo como animador socio-cultural diera resultado.

Ainsss que vida de gatos tengo!