Amor a las 9.45 hs.

Esta mañana, en el bar de Jose, había sólo una mesa ocupada.

Era la que está al lado de la ventana. Allí estaba sentado un chico joven de 20 años más o menos, con pelo largo, rubio, con carita de pena que tenía la mirada clavada en el cristal.

Esperaba a alguien.

Los que llegábamos, nos sentábamos en la barra. Pero la pena del chico nos llamaba la atención a los pocos por allí estábamos.



De pronto, y como en una película romántica, entra una chica.

Era rubia, con pelo corto, con cara de ángel, 18 años más o menos. Transmitía mucha candidez.

Llevaba vaqueros, zapatillas, una chaqueta de cuero marrón y una bufanda con flecos del mismo color. Entraba con las manos en los bolsillos, por el frío o por timidez.

En cuanto la chica entró, el chico, pegó un salto de la silla y se puso de pie para recibirla.

Ella, con sus manos en los bolsillos levantó la cabeza y lo miró...el era un poco más alto que ella.

De pronto, el se acerca, le coge con sus manos la cara, y cierra los ojos y acerca su boca a la de ella.

Se quedan así mucho tiempo, sólo apoyados los labios de uno en los del otro. La chica, seguía con las manos en los bolsillos.

Se dejaba besar, se dejaba querer pero no lo había perdonado.

El resto de los que estábamos en el bar, cada tanto, volvíamos nuestras cabezas a nuestros correspondientes desayunos, pero la escena era tan dulce, que ninguno podíamos evitar mirarla.

Una eternidad duró ese pseudo beso. Ella con los ojos cerrados, saca las manos de su pantalón. En ese momento, separan sus bocas y él la abraza.

Ella responde al abrazo.

El esconde la cabeza en el cuello de ella, como queriendo olerla, recordarla, retenerla.

Ella, le acaricia la espalda con mucha ternura.

El, comienza a llorar y le dice algo, mientras pega su frente a la de ella.

Seguían de pie delante de la mesa. A el se le caían las lágrimas sin control, ella, se las secaba con dulzura.

Yo pensé...este chico ha hecho algo, y pide perdón, y ella, está aquí. Creo que sí lo ha perdonado!.

Esta escena duró 15 minutos, el tiempo que yo pedí y me tomé un café con leche, me tostaron un pan, le puse aceite a mi tostada, me la comí, pagué y me fui.

Antes de irme, los miré. Se habían sentado, el estaba más tranquilo, pero no soltaba la mano de ella.

Ella, con la otra mano, secaba las lágrimas de su novio.

El creo que le diría un montón de cosas bonitas para que ella, lo perdone.

Ella, escuchaba atentamente lo que él le decía, al final, creo que dijo NO LLORES MAS, TE PERDONO.

Al mediodía regresé al bar. Me contó Jose que siguieron en ese estado de éxtasis durante 1 hora y media.

Y dije bueno, que bonito no? Y Jose, que es igual de sensible que una cenicero de caracoles me dice "pss que bonito...serán lelos!". Y yo agrego "...Jose, eso se llama envidia...la escena ha sido muy dulce".

El contesta "uno con noventa" y dijo joer Jose un poquito de romanticismo.

Y yo por lo que recuerdo...sí...el amor es precioso!!!