Cuentos de una inmigrante

Era 1990, una joven llega a un país extraño, no entiende el idioma, no tiene papeles y necesita trabajar.

Tenía estudios universitarios pero no le convalidaban el título por no estar en situación "regular".

Con su licenciatura debajo del brazo, decide archivar el título obtenido en su país y comenzar a trabajar, de lo que sea.

Consigue relacionarse con algunos compatriotas y le consiguen diferentes tipos de trabajos, todos ellos legales pero sin contrato laboral.

Trabajó en diferentes cosas, haciendo encuestas, transcripción de cintas y hasta de canguro, secretaria, y muchas otras, todas ellas alejadísimas de los estudios que había realizado en su país de origen.

Todos y cada uno de esos trabajos, ella los hizo con mucha voluntad, con mucho llanto oculto pero con la seguridad de que algún día, conseguiría su objetivo.

Comenzó a estudiar el idioma local, fue consiguiendo trabajos mejores pero al no tener la documentación en regla, no le hacían contrato.

Por lo tanto, le pagaban poco.

Y ella, necesita además de dinero para vivir, dinero para ir a ver a la familia que había dejado atrás. Hacía 3 años que no podía salir del país por miedo a que no la dejaran volver...3 años que no veía a su familia.

Le ofrecieron posar como modelo para una pintora...y ella dudaba porque pensaba que eso, era "algo raro". Pero no lo era, y durante 1 año, fue modelo.

Por el día trabajaba en lo que consiguiera, y a partir de las 18.00 hs. entraba en el estudio de la pintora y salia a las 00.00 hs. Y trabajó durante todos los días de ese año, incluyendo sábados, domingos y festivos.

Fue un año duro porque estaba cansada y entumecida de las posturas, pero contenta porque se iba con dinero fresco. Ese dinero lo ahorraba con mucho cuidado en una hucha (no podía tener cuenta bancaria porque no tenía papeles) para poder cumplir su objetivo.

Al año, no sólo consiguió el suficiente dinero para ir a visitar a los suyos, sino que vio como sus retratos eran expuestos y vendido a gente de diferentes países.

Un día estuvo en una inauguración de una exposición de la pintora y estaba muerta de vergüenza...menos mal que en esa ocasión se exponía un cuadro de los suyos, pero el único que no era de su cara.

Era de su espalda y por suerte, nadie la reconoció!