Ande yo caliente...

Hoy me desperté diciéndome...
vamos a trabajar.

Pero como olvidé el refrán de mi madre que dice "no escupas para arriba que te cae en la cabeza", de tanto decir ala...a comenzar el año y a trabajar ya...hoy tampoco puedo.

Y eso que tengo ganas...
debo estar enloqueciendo.

Mi Dido ayer tuvo vacaciones de su lámpara en la cabeza, estuvo tranquilo y bajo mi atenta vigilancia no se lamió lo que no debe.

Lo otro sí...recordemos que sigue en su momento más álgido de actividad sexual...aburrida pero álgida al fin.

Hoy hasta camino bien, con la misma extraña posición de pelvis hacia adelante pero de tanto forzar una postura, el dolor ya se ha trasladado a toda la espalda.

Así que llamé a "manos mágicas Paco" mi fisio de toda la vida y tengo hora mañana a las 11.

Por lo general cuando voy a sus masajes salgo fenomenalmente porque tiene una manos que ya quisiera cualquier amasador de roscones de reyes.

Y mi espalda lo conoce y es "fácil" en cuanto me acuesto en su camilla me relajo cual veraneante en el Caribe y me dejo hacer.

Pero como hoy ya caminaba, medianamente bien, tuve que hacer una actividad para mi felino. Recoger su orina y llevarla al veterinario para ver si con los antibióticos que le estoy dando hace días, han hecho efecto.

Y el número fue, intentar agacharme para acertar con el plástico cuando el hiciera su pis, y luego cogerlo con la jeringa correspondiente.

No sé si quien estaba más gracioso si el viendo como yo le tocaba el culo cuando hacía pis o si yo, agachada, agarrada a la bañera para poder posteriormente, levantarme. Pero lo conseguí y me bajé al veterinario.

Por mucho que mi lumbago vaya mejorando y el resto de mi espalda empeorando...la cara que tengo es un cuadro. Aunque sonría se me ve un careto de dolor que ni siquiera ocultan mis gafas fashion aún en un día nublado como hoy.

Llegué hasta el veterinario, a paso lento pero firme, con el frasquito del pis de mi gato. Llegué, lo entregué y me dije, tengo que hacer algo de compra (verduras) y volví con dos bolsas. Pasé por el chino para comprar aceite.

Pero claro, no llegué hasta mi china amiga, sino hacia otra que queda más cerca que es la hermana de la otra.

Está embarazada y tuve la mala idea de decirle...hola, cuanto hace que no te veía...estás embarazada de dos? Y me grita NOOOOOOOOO porque todo el mundo me dice eso? Y pensé...tal vez se lo decimos porque está como un tonel...

Y claro esto lo dijo en su idioma especial que es mezcla de mandarían con cheli madrileño.

Y pensé...he metido la pata. Pero como mujer ágil que soy agregué...bueno, el niño debe ser grande?.

Y ahí llegó la paz a la tienda...me dijo..eso sí, es un niño y es grande.

Dije menos mal que pude arreglarlo porque como se liara a catanazos conmigo me hubiera liquidado porque correr no puedo, bastante que puedo caminar, como un robot, pero camino.

Luego hablamos del año nuevo chino que pronto comenzará. Pero me jodió la mañana porque le dije tú que eres? (menudo diálogo ricículo mientras uno compra aceite) dijo, yo cerdo.

Y dije...comienza el año de la rata y yo soy rata. Y la muy hija de Lao Tsé me dijo...el año de la rata no es muy bueno! Y dije ala...ya me jodió el comienzo de mi semana...pero si todos los libros dicen que es un buen año...pero no le haré caso a la china cerda (por su horóscopo oriental)....yo le haga caso a quien me ha dicho que este año me irá estupendamente.

Así que subí a mi casa (4 pisos sin ascensor) con dos bolsas y cansada hasta más no poder. Pero aquí estoy, puedo trabajar desde casa y en eso estoy. Pero en breve, la posición ideal será...acostada y con mi almohadilla eléctrica.

Esto me produce un gran alivio y además cumple una función no conseguida por manta ni ser humano posible que es...tener el culo caliente.

Ande yo caliente...ríase la gente.