El amor según Gabriel.

Me acabo de enterar que uno de los libros de mi vida, se ha llevado al cine es, El amor en los tiempos del cólera... !

http://afp.google.com/article/ALeqM5hcY4hOq1NemxqQAQJ1CEsGeYYDhw

Otro de mis grandes libros y del mismo autor es, Cien años de soledad, por supuesto!.

La noticia no me causó mucha gracia. Tengo en mi memoria todos y cada uno de los personajes de mis libros y cada vez que los veo en el cine, me desilusionan.

Por lo tanto, sé lo que esto significará, que iré al cine a verla. Pero en cuanto me siente en la butaca correspondiente, estarán conmigo todos los consabidos prejuicios.

Todos ya sabemos que, en la mayoría de los casos, la película no supera al libro.

Aunque esta es la primera vez que una peli me desilusiona, antes del estreno.

El actor protagonista es Javier Bardem el cual no sólo no me gusta ni su físico, ni su cara, ni siquiera como actúa (sé que algunas me matarán). Pero Bardem no es ni de cerca, la cara de mi Florentino Ariza.

Pero bueno, pese a todo, la veré. Ojalá, me sorprenda.

Esto me trajo a la memoria algo que me sucedió hace algunos años.

En 1994 estuve viviendo en Sevilla. Por trabajo tuve que desplazarme hacia allí y estuve viviendo dos meses.

Vivía en una preciosa casa en la calle Pastor y Landero, en el centro de la ciudad.

Era una típica casa sevillana pero en lugar de tener un patio, tenía una enorme cúpula acristalada, y en la última planta un jardín maravilloso con buganvillas que la abarrotaban.

La casa, propiedad de la dueña de la empresa para la que trabajaba era el centro de reunión de muchas personalidades de la política y de la sociedad andaluza en general, ya que estábamos trabajando para el partido del gobierno de entonces.

Mi ex-jefa...que este 2008 se ha tomado un año sabático para recorrer Sudamérica...es una mujer admirable, loca, revolucionaria, idealista, culta y con un gusto exquisito para todo.

Es una mujer a la que admiro profundamente porque me enseñó todo lo que sé de la profesión que ejerzo desde entonces, y recuerdo gratos momentos imposibles de vivir para la mayoría de los mortales.

Recuerdo en especial una reunión literaria que organizó en su casa.

Había mucha gente, pero yo estaba fascinada con la posible presencia de un gran invitado.

Era Gabriel García Márquez.

Cuando confirmó su asistencia, nuestra ex-jefa, nos preguntó a nosotros, los que estábamos trabajando en el proyecto, que libro nos gustaba más de él.

Se lo dijimos...los compró y nos lo regaló. Yo, elegí El amor en los tiempos del Cólera.

Ella nos prometió que el escritor, nos dedicaría el libro y yo, no me lo podía creer.

Pero así fue, cuando llegó Gabriel García Márquez, lo saludamos.

En medio de la reunión, el escritor se sentó en un lugar que le había preparado la anfitriona, y nos acercamos nosotras, con nuestro libro en la mano.

Me temblaba la mano y el libro y cuando me acerqué a él, siendo consiente que miles de seres humanos en el planeta, jamás podrían vivir esta experiencia.

Me preguntó: como te llamas? Y le dije mi nombre.

Desde entonces, tengo un tesoro en mi biblioteca, El Amor en los tiempos del cólera dedicado por Gabriel García Márquez.

La dedicatoria tiene una flor que me dibujó, junto a mi nombre.

Y luego agregó...Gabriel 94.