Este domingo amaneció soleado...pero mucho y sin nubes ni viento por lo que es un precioso día de otoño.
Hacía mucho que no iba al Rastro pensé...pese a que hace tiempo que no tengo mi incienso preferido.
Entonce dije, me voy a comprarlo. Sólo conozco un sitio donde los venden y es allí, en un puesto del Rastro.
Porque yo sin mi incienso preferido...como que no me siento bien, entonces me vestí y salí de casa.
El paseo hacia el Rastro es estupendo, y mucho más con este pedazo de sol que me invade el cuerpo.
Me gusta pasear aunque no me gusta mucho el mogollón de gente que hay y mucho más un día como hoy pero yo, cual rata que soy (según en el horóscopo chino), me meto por vericuetos deslizándome entre la multitud sin que me pisen, empujen, molesten.
Tengo mi recorrido y mis rituales perfectamente bien aprendidos.
Salgo de casa, bajo, giro, subo hacia la zona, y parada obligada para mi café de los domingos de Rastro.
Mi café con leche y mi barrita con aceite y tomate...que no falte.
Acto seguido, más caminata. Y una vez en el Rastro, lo que más me gusta hacer es, observar a la gente.
Y de tanto hacerlo, veo situaciones que se repiten una y otra vez.
Por regla general, los hombres mayores, se paran en el puesto de los tornillos, tijeras, alcayatas, etc. Es como si soñaran como niños con tener en casa esa multitud de pequeñas cosas que ellos, saben para que utilizarlas. Estoy segura que muchos sólo quieren tenerlos por "...las dudas" pero de allí siempre se llevan algo.
Otros, sencillamente se paran a contemplar semejante festín de piezas metálicas.
Sigo caminando y me encuentro el puesto de la ropa hippie. Allí siempre hay chicas jóvenes probándose esas camisetas rayadas multicolores o leotardos que siempre se ponen junto con otra infinidad de cosas, pero todas con mucho color.
Más allá del puesto hippie me encuentro con unas parejas de adultos que hablan inglés, alucinando con las cosas de cuero españolas. Las botas para el vino los atraen y mucho.
Me sigo deslizando entre la multitud, observando a las parejas ahora de jóvenes que van de la mano y que acaban de levantarse, se les nota en la cara.
Y pienso que ellos, habrán pensado cuando sus ojos se encontraron entre la maraña de abrazos...que hacemos?. Y lógicamente, decidieron como no, paseíto por el Rastro...que envidian (sana) me dan!.
En la siguiente esquina, un señor vendiendo palo-lu (o algo así) y haciendo versos sobre que "si nos los pruebas no consigues novio..." y estuve tentada...por las dudas, pero no me gustan.
Atravieso la calle y llego al lugar donde venden mis inciensos.
Pregunto y está el paquete a 1,50€ y digo bueno, me llevo 4. Pensé, no sé cuando podré volver a dar este paseo con este tiempo tan fantástico, así que previsora, me los llevo.
Continúo y estoy tentada de comprarme mi vasito con aceitunas con cebolla y pimentón rojo pero dije, acabo de tomar el café...y me estómago lleva una semana de sobresaltos, así que mejor, lo dejamos para otro día.
Dejo paso a un par de mamás que luchan para que les dejen pasar con sus carritos y sus bebés...los peques van vestidos como astronautas...abrigados en sus burbujas por si hace frió.
Algunos tienen la suerte que sus mamis, les sacan del plástico y el sol entonces, les da en la cara.
La multitud se amplía con los "recién levantados de vacaciones", jóvenes extranjeros que están pasándosela bomba en la ciudad. Rondan los 25 años, hablan en francés y es un grupo de 10 chicos. Ellos felices se sacan fotos en cualquier esquina.
Llego al puesto de las telas/cortinas de la India pero como he sido previsora y no llevo más que el dinero justo, sigo de largo mirando de reojo esos preciosos coloridos y digo, el mes que viene, me compro las cortinas esas que me gustan.
Una vez atravesado casi todo el mercadillo, llego al puesto de las plantas. Miro y pienso, podría llevarme algo...pero mejor no, aquí no lo compro, me voy al vivero ahí hay más variedad y mejor de precio.
Llego a la Latina y el vivero es como un remanso de paz para mi espíritu....me tumbaría en el suelo rodeada de flores y plantas si no fuera por que, si lo hago, me llevarían de allí con chaleco de fuerza pensando, a esta mujer se le ha ido la olla!
Me compro dos plantas. Una de exterior pero de sombra...una planta que jamás conseguí que viviera, tal vez como un recuerdo desde el buen más allá ya que es la que más le gustaba a mi padre. Su casa estaba llena de Cretonas como se las llama en Argentina. Pese a eso, siempre que la encuentro, me la traigo a casa.
También compré otra de interior, un lazo de amor....y bueno, reconozco que en este soleado domingo me gustaría estar caminando con alguien de la mano. Aunque sólo podría darle la derecha, la izquierda ha sufrido ayer un calor excesivo y me están saliendo las correspondientes ampollas después de quemarme un poco.
Pero ya no me duele, lo otro, tampoco.
Y con mis plantas y mis inciensos, me vuelvo a casa.
He pasado una estupenda mañana de paseo por el Rastro y esto me hace sentir que esta ciudad, la mía, es preciosa.
Aunque también hay otras a las que llevo en mi corazón, mi como no, Buenos Aires querido, Barcelona y Sevilla.
En una nací. La otra fue la primera ciudad en la que aterricé y viví durante algunos años.
Y en la tercera he pasado los mejores momentos con mi familia elegida.
Y podría hablar de otras muchas que me han fascinado o de las que tengo hermosos recuerdos como La Habana, París, Marrakesch o Estambul.
Pero hoy, hablo de Madrid.
14 comentarios:
Qué ganas de pasear con vos que me dióoo!!!!
Me encantan ese tipo de paseos con puestos llenos de chirimbolos y cosas bonitas...
Lo del incienso paso, mhmmm..., será que una vez casi me intoxico? y siii... de bestia que soy!!! jajajaaa...
La cretona y el lazo de amor.... mis plantas preferidas... por ser las plantas preferidas de mi mamá... Crecí en la casa de mi abuela rodeada de cretonas por doquier... y los lazos de amor!!! Siempre decíamos que como había tanto amor en nuestra familia, los lazos eran gigantes!! y encima "tiraban" esas ramitas con pequeños brotecitos de lazos de amor...
Dicen, las malas lenguas que el otro nombre del lazo de amor es mala madre, por tirar sus hijitos..., esas ramitas que por ahi brotan con lacitos en la punta... para mí que no!!!, lo hace porque le gusta compartir ese amor!!!
Y, hermanita!!! la Hormiguita Viajera queda hecha un poroto al lado tuyo!!!jijijiii...
aaayyyy - suspiroooo - que ganas de conocer Madrid que me dió!!!
Algún día....
Besotes!!!
Pucca Patagónica intoxicada de papurris! jijijii..
Hola Ivana: Mi hermana,además de decir HARMOSOOO como vos siempre me dice que "viaja"conmigo por lo que le cuento, y cuando paseo pienso en ella, como si estuviera haciendolo conmigo. A partir de ahora, te llevaré a vos también vale:-)Que bonita la historia que cuentas de las plantas que compré. La casa de mi viejo estaba llena de cretonas que cuidaba el. Y los lazos de amor...siempre se me mueren..no se que pensar jejejeje.
Y si, algún día podés conocer Madrid, al menos ya tenés una casa por aquí:-).
Me gusta mucho viajar...que sitios hay por el mundo..........Y el rastro te encantaría...está llenos de chirimbolos...hace 20 años que no escucho esa palabrajajajaja!. Besos!
Como decia aquella cancion..pongamos que hablo de Madrid, yo se muy bien ese recorrido, mi familia es de alli y voy mucho por Madrid, me encanta el rastro y observar a la gente...
Gracias por hacerme pasear de nuevo por alli..
Un besito.Mar
Oye, y no os olvideís de mí...porfa. Tengo una hermana viviendo en Madrid, así que cualquier día aparezco por allí (la verdad es que ella lleva allí como quince años, y siempre ha sido ella la que ha venido, jaja). Me has dejado intrigada con las plantas esas, ni idea de qué hablas. Nunca he visto aquí esas plantas...¿será que tienen otros nombres? Me encantó el recorrido por el rastro. Yo tengo la casa llena de inciensos...me encantan. Aquí también hizo hoy un sol radiante, pena que por la tarde la pasé en el hospital. Mi padre mejor...a ver si sale pronto. Besos, guapa, y gracias por tu comentario de hoy.
Me encanto recorrer contigo parte de tu domingo, gracias por permitirme viajar a traves tuyo.
Pero mi niña! si haces casi lo mismo que yo! jajajaja; yo tambien desayuno una barrita con tomate y aceite ... los domingos y me voy al rastro de Madrid, y paseo y me compro mis inciensos...jajajaja
¡Que maravilla! ¿verdad?. y que sepas que he viajado contigo en este relato ... ains! y pensar que no todo el mundo conoce esos paseos y esos desayunos! lo que se están perdiendo guapa! 1 besote grande.
Mmmmm, me entró hambre al leerte. Aquí también hizo un día radiante. Me encanta desayunar fuera los domingos por la mañana. Todo está más tranquilo, la gente pasea sin prisas...
He buscado en el google fotos de esas plantas. ¡Qué colorido tiene la cretona!. Pues yo a lazo de amor la llamaba la "espeluzná", jeje. Ya ves que no estoy muy puesta con la botánica.
Besos
Mar: Gracias a ti guapa. Y ya sabes en el triciclo cabemos todos :-). Me alegro que te haya gustado el paseo. Un beso.
Carlota: Hola guapa. Por supuesto que tú también estás invitada....que no daría yo por pasear esos pelos verdes por la capital jajajajaja.Sobre las plantas...aquí se llaman de otra manera, creo que son crotones y la otra no sé...llantos o lágrimas de no sé que...pero buscaré. Me alegro que tu papi esté mejor.Y gracias a ti por pasearte conmigo por mi Madrid :-).
Abuela: Gracias por visitarme y me ha gustado mucho tu compañia en el paseo:-).
N-a-s-a. Hola guapa. Que bueno que hayamos hecho lo mismo no? Y tal vez nos hemos cruzado cada una con su incienso correspondiente sin saber quien éramos...que fuerteeeeeee!. ya sabía yo que teníamos cosas en común...:-) y sí, una pena que haya gente que no pueda disfrutar de estas pequeñas cosas que nos llenan el alma.
Y la próxima vez que veas a alguien con triciclo en el rastro SOY YO! jajajaja. Besos guapa.
Nat: Que bueno que hayas tenido también sol y esas cosas positivas. Y sí, las cretonas son preciosas, a ver si me duran un poco. Me alegro que te haya gustado el paseíto por Madrid. Muy bueno lo de "espeluzná":-). Un beso Nat!
Oye, que hice lo mismo que Nat, y los Lazos de Amor son Cintas, que llamo yo...jaja, tengo la casa llena de ellas...y la cretona ya sé cuál es, aunque no tengo ninguna. Besitos.
Carlota...eso mismo! Gracias, Cintas...sí pero ya sabes...nosotros que somos más melosos decimos "lazos de amor"...así nos va jajaja:-)
Vale me alegro que hayamos arreglado este conflicto botánico:-)Besos.
A mi el rastro no me gusta, al menos, el de Valencia, y menos, los mercaditos. Tengo el domingo y el lunes uno frente a la tienda, que solo me fastidia el lunes, y donde voy a ir a vivir, lo ponen el miércoles por la mañana, con lo cuál, también tendré que ir con cuidado para que no se lo lleve la grúa. En conclusión: odio todo eso, excepto los que ponen en fiestas y ferias medievales, que esos no son de comunión seguida. Besos.
HOLA
ME ENCANTO LEERTE
ME LLENASTE DE SENSACIONES
UN BESOTE
Y TE SIGO
Sensaciones. Gracias guapa yo también te sigo. Un beso.
Juan: Te entiendo, aunque realmente nunca lo he visto con tus ojos. Supongo que si tuviera una tienda y me fastidiaran pensaría como tú. Pero este rastro sólo se abre los domingos y festivos. Y para los que por aquí vivimos es una gozada. Pero lo dicho...todo depende del cristal con que se mire no?
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